Según los resultados del último estudio realizado por Global NCAP (Programa de Evaluación de Vehículos Nuevos) en Latinoamérica, de la que es parte ODECU, la mayoría de las sillas de seguridad para niños, comercializadas en nuestra región, no cumplirían a cabalidad con salvaguardar la integridad de los menores.

La investigación, que incluyó sillas compradas en Chile por ODECU, evaluó diversos modelos de Sistemas de Retención Infantil (PESRI) en Latinoamérica, y los resultados fueron publicados en el sitio web del Programa de Evaluación de Sistemas de Retención Infantil (PESRI).

En el mercado mundial se reconocen 5 grupos de sillas:

• Grupo 0: Hasta 10 kilos, 6 meses de edad aproximadamente
• Grupo 0+: Hasta 13 kilos, un año de edad. Cuando incluye base hay que poner al bebé mirando al sentido contrario de la marcha del vehículo.
• Grupo 1: De 9 a 18 kilos, de 9 meses hasta 4 años
• Grupo 2: De 15 a 25 kilos, de 4 a 6 años

Grupo 3: De 22 a 36 kilos, de 6 años hasta el metro y medio de estatura. Este tipo de sillas tiene un aditamento para que el cinturón pase por el cuello y no por la clavícula, evitando fracturarla en una frenada brusca.

En general, entre los principales hallazgos se encuentra que la mayoría de las sillas para llevar a los niños en el automóvil ponen en riesgo su seguridad, ya que se rompieron ante impactos y recibieron puntajes más bajos que en años anteriores.

Los Sistemas de Retención Infantil (SRI), fueron evaluados en ensayos de colisión frontal, lateral y por su modo de uso, teniendo en cuenta parámetros de algunos países de Latinoamérica, y como conclusión se rescata que la mayoría pone en riesgo a los niños.

El informe de 2017 señala que “a partir de las lecturas de los maniquíes, se registraron movimientos no deseados y, también, la destrucción de los SRI, que obtuvieron puntajes bajos”, y aclara que “ninguno de los productos probados supera a los puntajes de años anteriores”.

Otro de los puntos preocupantes, según la investigación, es la protección contra colisiones laterales: “No todos los SRI ofrecen protección lateral y los que sí lo tienen, no son lo suficientemente espaciosos o no poseen la cantidad adecuada de relleno”, señaló.

En tanto, respecto al ajuste de altura del arnés, muchos permiten “insertarlo en otra ranura, lo que incrementa las probabilidades de usarlo incorrectamente”.

Cabe destacar que este es el quinto año consecutivo que el PESRI realiza pruebas junto con organizaciones relacionadas a la seguridad vial, incluyendo a Federación Internacional del Automóvil (FIA).

Según el estudio, los Sistemas de Retención Infantil “deberían estar preparados para soportar los impactos simulando una velocidad de 50km/h y contar con protección latera, teniendo un sistema de correas de instalación -más simple- y ajuste de arnés -con una sola mano-”.

En tanto, a la hora de comprar la silla para el auto, la recomendación es verificar que sea un SRI homologado al país, en este caso Chile, y adecuado al peso y edad. Además se debe verificar que cuente con una correcta instalación, usar asientos orientados hacia atrás para niños de hasta 3 años y de tipo booster -sin respaldo- para chicos de más de 22 kilos de peso y 125 centímetros de altura.

Cinco recomendaciones a considerar

1.- Utilizar el sistema de retención (silla para el automóvil) es mejor que no usar nada.

2.-Cambiar a un nuevo sistema de retención tan tarde como sea posible mientras el que se esté usando sea apto para la altura y peso del niño.

3.- La correcta instalación de la silla determina su nivel de protección

4.- Al comprar la sillita hay que comprobar la instalación en el propio vehículo

5.- De acuerdo a la edad y peso del niño se utilizan distintos tipos de silla. Escoge la silla según el peso y la altura de tu hijo

Todos los resultados del estudio, con los modelos y marcas testeados, los puedes conocer acá.

Para mayor información acerca del informe y las sillas testeadas, se puede ingresar al sitio oficial http://www.pesri.org/es/ y a ODECU.cl

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