En muchas situaciones de consumo, las empresas cuentan con más información que las personas usuarias, lo que genera una asimetría que puede jugar en contra del consumidor. Esta diferencia se presta para prácticas comerciales abusivas, que es cuando un proveedor actúa de forma engañosa o injusta y termina perjudicando a quien compra o contrata. Estas conductas vulneran principios fundamentales como la buena fe, el trato digno y la equidad, y están expresamente prohibidas por la ley. Visitas: 8
Leer más